Estecompañero de oración eucarística está diseñado para ayudarle a pasar de treinta minutos a una hora en meditación y oración silenciosa con Jesús durante la adoración eucarística. Incluso si no puedes estar físicamente presente en una iglesia o capilla de adoración con el Santísimo Sacramento, puedes unirte espiritualmente a Jesús en la Eucaristía mientras pasas este tiempo en oración.
OBRA DE MISERICORDIA: Consolar a los afligidos
LA GRACIA QUE BUSCO: seguir al Señor dondequiera que me lleve
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN.
Detente unos instantes y permítete tomar conciencia de la entrega de Jesús en la Eucaristía. Date cuenta de que, en este preciso momento, el Señor de la Vida te está mirando con gran amor. Permítete acoger su mirada de amor. Eres su hijo amado. Descansa en su mirada de amor.
Agradece a Jesús el don de sí mismo en la Eucaristía.
PIDE LA GRACIA: Jesús, ayúdame a seguirte dondequiera que vayas.
Lee despacio, 3-4 veces. Deje que las palabras de la Escritura inunden su mente y su corazón. Deja que el Espíritu Santo te hable a través de este pasaje.
"Pero ésta es la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yahveh. Pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo." (Jeremías 31:33)
Permítete sentarte un rato con estas preguntas, atento a cómo el Señor habla en tu corazón.
Hoy escuchamos al Señor prometernos que establece una alianza con nosotros. Promete formar nuestros corazones y ser nuestro Dios. ¿En qué ámbitos de tu vida dudas de su promesa de ser tu Dios y de estar presente en tu corazón? Sé concreto y pregúntale al Señor cómo quiere estar presente en esos lugares de tu vida.
Lee despacio, 3-4 veces. De nuevo, deja que las palabras de la Escritura inunden tu mente y tu corazón. Deja que el Espíritu Santo te hable de manera personal a través de este pasaje.
"El que me sirva, que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. El Padre honrará a quien me sirva". (Juan 12:26)
Hoyse nos presenta todo un reto: si servimos a Jesús, ¡DEBEMOS seguirle adonde Él nos guíe! Sin embargo, también promete que el Padre honra a todos los que hacen esto. ¿Sientes en tu vida que Jesús está intentando Liderar , pero tienes miedo de seguirle porque aún no tienes todas las respuestas? Entrega este miedo al Señor, pidiendo que su presencia amorosa te consuele y te anime.
Permanece en silencio con el Señor. Deja que hable en el silencio, en tu corazón. Acoge su presencia. Si te ayuda, escribe lo que sientes que el Señor te comunica durante este tiempo de oración.
Portu ayuda, te suplicamos, Señor Dios nuestro, que caminemos con afán en esa misma caridad con la que, por amor al mundo, tu Hijo se entregó a la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén. (Colecta, V domingo de Cuaresma)
Encada Misa, Jesús se ofrece al Padre por nosotros. Siempre podemos unir nuestras ofrendas a las de Jesús en la Misa. Este domingo, ofrece tu deseo de seguir de todo corazón a Jesús dondequiera que te lleve.
Enel ajetreo de la vida diaria, a menudo puede ser un reto mirar más allá de nuestras propias luchas y dificultades para seguir el mandato del Señor de cuidar de los demás, especialmente cuando están sufriendo. ¿Hay alguien en tu vida que esté pasando por un mal momento, tal vez una decepción o una pena? Pregúntale al Señor cómo quiere que le consueles, confiando en que esto formará parte de seguirle más de cerca.
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