
San Juan Bosco dijo una vez: "Jesús podía haber limitado su presencia sólo a la celebración de la Misa, pero no; quiso hacer morada permanente entre nosotros. Noche y día nos espera y se ofrece a nosotros en todo momento". Y continuó: "¿Quieres que el Señor te conceda muchas gracias? Visitadle a menudo".
Cuando se piensa en ello, gran parte de la pastoral juvenil consiste en crear las circunstancias en las que los jóvenes puedan encontrarse con Cristo de una manera real que deje una impresión duradera. No podemos forzarlo, y el Señor también se mueve cuando quiere. Pero como personas que se preocupan por los jóvenes, ya sea en el ministerio o en nuestras propias familias, podemos ayudar a preparar sus corazones para recibirle cuando venga y preparar el terreno para que se planten las semillas de la fe.
San Juan Bosco, patrón de los jóvenes, lo comprendió profundamente. En su época, reunía a los jóvenes en lo que él llamaba el Oratorio. Aunque este término no es común para nosotros hoy en día, piensa en él como un lugar donde los jóvenes podían rezar, jugar y reunirse fuera del horario escolar. Pero más que un lugar era un estilo de pastoral juvenil que tocaba cuatro componentes clave: el hogar, la escuela, la parroquia y el patio de recreo. Estos cuatro pilares guiaban el enfoque de San Juan Bosco para acompañar a los jóvenes a convertirse en "buenos cristianos y honrados ciudadanos."
El modelo del Oratorio también puede incorporarse a una noche de Adoración para jóvenes en tu parroquia teniendo en cuenta estos cuatro aspectos. Piensa en ello como un "Plano Bosco" para llevar a los jóvenes a Jesús:
Un hogar donde todos se sientan bienvenidos
El primer componente se centra en crear un hogar donde todos se sientan bienvenidos y donde cada joven sea conocido y querido personalmente. Hay que hacer que el acto sea accesible, abierto a todos, donde exista un verdadero sentimiento de camaradería y amistad. La manera más eficaz de conseguir que los jóvenes acudan es animándoles a hacerlo. Un pequeño grupo de ministros puede Liderar la invitación a sus amigos. Esto también significa que la Adoración debe ser apropiada para encontrar a los chicos donde están. Tal vez usted desee tener una hora completa de Adoración, pero tal vez pueda comenzar con 30 minutos de Adoración - acostumbrando a los jóvenes a la práctica y explicándoles lo que sucederá.
Una ESCUELA que prepara para la vida
Esto nos lleva al segundo componente - la escuela - que puede lograrse incorporando un componente educativo o catequético a su evento. Tal vez sea una breve charla antes de la Adoración sobre la Presencia Real de Jesús; o, dependiendo del tiempo litúrgico, una reflexión o lectura de las Escrituras relacionada con el Adviento o la Cuaresma. Este aspecto de la "escuela" incide en lo que los jóvenes pueden aprender sobre su fe y compromete su intelecto, proporcionando una oportunidad para una catequesis sólida.
una parroquia que evangeliza
Luego viene la parroquia, donde los jóvenes vienen a rezar y tienen acceso a los sacramentos. A menudo, estar ante el Santísimo Sacramento suscita en ellos un sentimiento de arrepentimiento y el deseo de confesarse. Tener sacerdotes disponibles durante la Adoración Eucarística les ofrece una manera fácil de hacer uso de la gracia de este Sacramento. Proporcione un breve folleto que describa cómo confesarse y que incluya el Acto de Contrición. Esto puede aliviar la ansiedad de aquellos que no se han confesado en mucho tiempo. Y no dude en Liderar con el ejemplo: ¡confiese usted mismo si no ve a nadie en la cola!
Una zona de juegos donde los amigos pueden reunirse
Por último, el Oratorio es el patio de recreo donde se reúnen los amigos. Después de un tiempo de oración y adoración, organice algo como un tiempo de gimnasia al aire libre o una hoguera con malvaviscos. Cualquier cosa que permita a los jóvenes relacionarse de forma divertida, socializar y relajarse. Otras opciones pueden ser el karaoke, el voleibol en la oscuridad o una cena a la canasta. Estos momentos de diversión ayudan a construir fuertes amistades entre jóvenes que comparten los mismos valores y, con suerte, el deseo de crecer en santidad. San Juan Bosco decía: "Escoge a tus amigos y compañeros entre las personas que tienen fama de ser buenas; de hecho, escoge a los mejores entre ellos. Al asociarte con ellos, imita lo mejor que hay en ellos y evita sus defectos, que todos tenemos."
Al final, la pastoral juvenil consiste en abrir la puerta a los corazones jóvenes para que se encuentren con Jesús de una manera real y personal. Llevar a los jóvenes ante el Santísimo Sacramento les abrirá un mar de gracias. Basándonos en la sabiduría de nuestros santos, en particular de uno que tenía un carisma especial para los jóvenes, podemos ayudar a nuestros jóvenes a encontrar a Cristo en el Santísimo Sacramento. El modelo del Oratorio permite a los animadores juveniles y a los padres acompañar a los jóvenes de manera integral: emocional, intelectual, espiritual y socialmente.
La Hna. Christina Chong, FMA, es una Hermana Salesiana de San Juan Bosco. Trabaja como Coordinadora de Comunicaciones para el Este de Estados Unidos y Canadá y es la editora de la revista "Partners in Giving". También ayuda en la formación de mujeres jóvenes que disciernen la llamada a ser Hermanas Salesianas.
Crédito de la imagen: Hermanas Salesianas de San Juan Bosco.