A continuación reproducimos la traducción al inglés de la carta que el Papa Francisco envió al Cardenal Tagle, nombrándolo su enviado especial al X Congreso Eucarístico Nacional.
A Nuestro Venerable Hermano
Su Eminencia LUIS ANTONIO G. Cardenal TAGLE
Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización
Estamos seguros de que el sacratísimo misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo ocupa un lugar insigne en todas las Iglesias del mundo; una y otra vez fijamos en él Nuestra mirada, en la que, esperando una multitud de misericordias de Dios, pedimos diariamente a Dios poder tener alguna parte con los santos Apóstoles y Mártires nacidos en el cielo (cf. Canon Romano). Porque la salud espiritual y la abundancia de los beneficios del Señor brotan profusamente del pan de los ángeles como de una fuente. Los fieles que se acercan al banquete celestial y se fortifican con la asistencia de lo alto son capaces de llevar a cabo su trabajo en los deberes diarios con más vigor y diligencia.
Por ello, ha sido para Nosotros una gran satisfacción conocer las recientes noticias sobre el Congreso Eucarístico Nacional en los Estados Unidos de América, al que muchos asistirán en Indianápolis del 17 al 21 del próximo mes de julio. Habiendo recibido una petición de Nuestro Venerable Hermano, Su Excelencia y Reverendísimo Timothy Broglio, Arzobispo del Ordinariato Castrense y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, solicitándonos el envío de un ilustre cardenal para representar a Nuestra persona, Nos dirigimos con gusto a Usted, Venerable Hermano Nuestro, que cumple un distinguido servicio por el bien de la Iglesia como Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización.
En efecto, considerando oportuna esta petición, te nombramos por la presente Nuestro Enviado Extraordinario a las solemnes celebraciones del Congreso Eucarístico Nacional que tendrá lugar en Indianápolis en los días mencionados. Usted animará a todos los participantes en este evento a ser plenamente conscientes de todos los dones que se reciben del alimento celestial, y a compartirlos con los demás, con los corazones unidos a Jesús en el Santísimo Sacramento de nuestra Redención.
Saludarás en Nuestro nombre al Arzobispo del Ordinariato Castrense, a los sagrados prelados, a todos los fieles allí reunidos, sacerdotes, religiosos y religiosas, autoridades públicas y fieles laicos. Transmitiréis una exhortación a una más ferviente devoción a la Eucaristía y, al mismo tiempo, transmitiréis Nuestra buena voluntad a todos los participantes. Ahora, sin embargo, deseamos que los fieles, refrescados por el banquete celestial, puedan Jornada entrar en un tiempo más feliz y en el florecimiento espiritual.
Finalmente, con ferviente oración, suplicamos a Dios Todopoderoso que cumpláis diligentemente el oficio que os ha sido confiado, para que los pastores y fieles allí reunidos sean enriquecidos con múltiples gracias del Señor. Que la Bendición, que de muy buena gana te impartimos en el Señor, Venerable Hermano Nuestro, y que deseamos extender abundantemente a todos los congregados, sea en verdad conciliadora y mensajera de dones celestiales.
Dado en Roma, en el Laterano, el 29 de junio, solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, Apóstoles, del año 2024, duodécimo de Nuestro Pontificado.