Tras liderar la Iglesia como nuestro Santo Padre de 2005 a 2013, la muerte del Papa Benedicto XVI el último día de 2022 ha suscitado la oración y la reflexión en todo el mundo. Sin embargo, los católicos más jóvenes probablemente no lo conozcan muy bien. La mayoría de los niños aún no habían nacido durante su pontificado o no tendrán recuerdos propios. En recuerdo de su vida, padres y profesores pueden presentar a los niños la gran obra que hizo por el Señor y su pueblo.
Uno de los legados que deja el Papa Benedicto es la vasta colección de sus escritos. Sus libros y encíclicas son tesoros dignos de estudio y oración. La exhortación apostólica postsinodal Sacramentum CaritatisSacramentum Caritatis, Sacramento de la Caridad, destaca el don de la Sagrada Eucaristía. El Papa Benedicto escribe que a través del Santísimo Sacramento, Dios revela su amor y nos fortalece para amar a los que nos rodean. Dice: "El sacramento de la caridad, la Sagrada Eucaristía, es el don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos así el amor infinito de Dios por cada hombre y mujer"(SC, n. 1). El texto también relaciona la Eucaristía con todos los demás sacramentos, enseña sobre la liturgia y la participación en la Santa Misa, y anima a una vida eucarística de misión y servicio.
Aunque la lectura de esta exhortación apostólica (o de cualquiera de los libros del Papa Benedicto XVI) sea algo lejano para la mayoría de los niños, podemos acercarles la sabiduría de sus escritos. A través de citas breves y llenas de significado, los niños pueden aprender del Papa Benedicto XVI el precioso don que tenemos en la Eucaristía. Hablando del conocido pasaje de la Escritura de Juan 3:16, Benedicto dice: "Estas palabras muestran la fuente más profunda del don de Dios. En la Eucaristía, Jesús no nos da una 'cosa', sino a sí mismo; ofrece su propio cuerpo y derrama su propia sangre. Nos da así la totalidad de su vida y revela el origen último de este amor"(SC, n. 7).
Palabras como éstas hablan con riqueza de nuestra creencia en la Verdadera Presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento y son perfectas para la reflexión, especialmente cuando los niños se preparan para recibir la Sagrada Comunión por primera vez o por centésima vez. El Papa Benedicto también nos recordó que algo tan maravilloso como la Eucaristía no debe mantenerse en secreto. Deberíamos desear compartir la buena nueva de nuestra fe con los demás. El entusiasmo y la alegría naturales de un niño pueden utilizarse para revelar el amor de Dios a todos los que les rodean. El Papa Benedicto escribe: "El amor que celebramos en el sacramento no es algo que podamos guardarnos para nosotros mismos. Por su propia naturaleza, exige ser compartido con todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios; necesita encontrar a Cristo y creer en Él. La Eucaristía es, pues, fuente y culmen no sólo de la vida de la Iglesia, sino también de su misión"(SC, n. 84).
Este mes, mientras nuestra cultura nos rodea de mensajes de amor en forma de corazones y flores y chocolate, dediquemos un momento a compartir con nuestros hijos el mayor regalo de amor que hemos recibido, Jesús mismo en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía.
"En el sacramento de la Eucaristía, Jesús nos muestra en particular la verdad sobre el amor que es la esencia misma de Dios"
Papa Benedicto XVI
Utilice estas preguntas para suscitar una conversación con sus hijos, tal vez mientras utilizan las páginas para colorear con citas de la Eucaristía o en el camino de vuelta a casa después de Misa.
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Puede leer el texto completo de la Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis aquí.
