Encuentro personal

Segundo domingo de Adviento: Confiar en el desierto

‍Estecompañero de oración eucarística está diseñado para ayudarle a pasar de treinta minutos a una hora en meditación y oración silenciosa con Jesús durante la adoración eucarística. Incluso si no puedes estar físicamente presente en una iglesia o capilla de adoración con el Santísimo Sacramento, puedes unirte espiritualmente a Jesús en la Eucaristía mientras pasas este tiempo en oración.

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO: CONFIAR EN EL DESIERTO

LA GRACIA QUE BUSCO: confiar en que el Señor recordará sus promesas

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN.

Detente unos instantes ante Jesús Eucaristía. Permítete tomar conciencia del don que Jesús te hace de sí mismo. Imagina que Jesús te mira, te mira a los ojos con una mirada llena de amor. Él ve en lo más profundo de tu corazón. Lleva toda tu vida a Jesús. Comparte con él tus miedos, tus esperanzas, tus heridas, tus fracasos y tu amor. Jesús te escucha con atención. Háblale con confianza. No hay límites para la profundidad de tu amistad con él. Después de hablarle con el corazón, detente, espera, escucha. Descansa en su mirada de amor.

Agradece a Jesús el don de sí mismo en la Eucaristía.

PIDE LA GRACIA: Jesús, te pido la gracia de confiar en que cumplirás todo lo que has prometido en tu tiempo perfecto.

MEDITACIÓN BÍBLICA

Lee despacio, 3-4 veces, haciendo pausas entre cada lectura. Fíjate en las palabras o frases que más te llamen la atención. Presta atención a cualquier sentimiento que puedas tener mientras oras y proclamas la Palabra de Dios. Permite que las palabras de la Escritura hablen a lo que estás viviendo en este momento. Pide al Espíritu Santo que te hable a través de este pasaje.

"¡Arriba, Jerusalén! Párate en las alturas; mira al oriente y ve a tus hijos reunidos desde oriente y occidente a la palabra del Santo, gozosos de que Dios se acuerde de ellos. Te abandonaron arrastrados a pie por sus enemigos, pero Dios los hará volver a ti llevados en alto en la gloria como en tronos reales". (Baruc 5:5-6)

PARA REFLEXIONAR

Permítete sentarte un rato con estas preguntas, atento a cómo el Señor habla en tu corazón.

A veces puede parecer que nosotros (y nuestros seres queridos) hemos sido conquistados por nuestros enemigos. A veces Dios puede parecer distante y nuestra esperanza inútil. Sin embargo, en este pasaje del profeta Baruc, escuchamos cómo el remanente de Jerusalén es llamado a pararse sobre las montañas para celebrar que Dios trae la salvación a los exiliados cuando regresan, "regocijándose de que Dios se acuerda de ellos". ¿Hay alguna situación o relación en tu vida en la que te sientas tentado a perder la esperanza? Sé específico y entrégala intencionadamente a la promesa amorosa de salvación del Señor.

MEDITACIÓN BÍBLICA

Lee despacio, 3-4 veces. De nuevo, deja que las palabras de la Escritura inunden tu mente y tu corazón. Deja que el Espíritu Santo te hable de manera personal a través de este pasaje.

"[D]urante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto". (Lucas 3:2)

PARA REFLEXIONAR

‍Todoshemos experimentado el desierto: momentos de aridez, sentimientos de abandono y soledad, situaciones en las que el Señor parece estar lejos. De la misma manera que la palabra de Dios llega a Juan en el desierto, impulsándole a "preparar el camino del Señor" (Lc 3,4), también en el "desierto" de nuestra vida la palabra de Dios se abre paso. ¿Hay alguna zona desértica en tu vida? Pregúntale al Señor cómo quiere irrumpir y enviar su palabra precisamente a ese lugar árido.

Comparte con Jesús los pensamientos y sentimientos que han aflorado mientras orabas con la Palabra de Dios. Ábrele tu corazón. Jesús quiere conocer tus sueños, tus deseos, tus miedos. Puedes compartir cualquier cosa. Jesús lo recibirá con gran amor. Luego permanece en silencio con el Señor. Deja que hable en el silencio, en tu corazón. Permanece en su presencia. Si te ayuda, escribe lo que sientes que el Señor te comunica durante este tiempo de oración.

ORACIÓN FINAL

‍Diostodopoderoso y misericordioso, que ninguna empresa terrena obstaculice a los que parten de prisa al encuentro de tu Hijo, sino que nuestro aprendizaje de la sabiduría celestial nos gane la admisión en su compañía. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. (Colecta del segundo domingo de Adviento)

CONEXIÓN CON LA MISA DOMINICAL

En cada Misa, Jesús se ofrece al Padre por nosotros. Durante el Ofertorio, todas nuestras necesidades y deseos, todo nuestro ser y todo lo que ofrecemos al Señor, se depositan sobre el altar para unirse a la ofrenda del sacerdote y, a través de él, a la ofrenda de Cristo. Este domingo, ofrécele cualquier zona de duda o soledad, pidiendo que su presencia transformadora sane tu corazón.

MOMENTO MISIONERO

‍Nuestraspropias experiencias de desesperanza y de "desierto" nos permiten compadecernos de quienes atraviesan luchas similares. Piensa en una persona de tu vida que pueda estar viviendo su propia experiencia de desierto e invítala a acompañarte a Misa, a la adoración o a un grupo de oración.

¿Le gustaría imprimir una copia de este recurso para llevarla a la capilla para rezar? Haga clic aquí para descargar los Acompañantes de oración eucarística para los tiempos de Adviento y Navidad en inglés o español.