Esta Meditación Eucarística está diseñada para ayudarte a pasar de treinta minutos a una hora en meditación y oración silenciosa con Jesús durante la adoración eucarística. Incluso si no puedes estar físicamente presente en una iglesia o capilla de adoración con el Santísimo Sacramento, puedes unirte espiritualmente a la Eucaristía mientras pasas este tiempo en oración.
LA GRACIA QUE BUSCO: permitir que el Señor ensanche mi corazón para que pueda amar a mis hermanos y hermanas con misericordia, paciencia y gratitud, aprendiendo a amar como Él nos ama.
ENEL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.
Detente unos instantes y permítete tomar conciencia de la entrega de Jesús en la Eucaristía. Date cuenta de que, en este preciso momento, el Señor de la Vida te está mirando con gran amor. Permítete acoger su mirada de amor. Eres su hijo amado. Descansa en su mirada de amor.
Agradece a Jesús el don de sí mismo en la Eucaristía.
PIDE LA GRACIA: Jesús, ensancha mi corazón para amar como tú amas.
Lee despacio, 3-4 veces. Deje que las palabras de la Escritura inunden su mente y su corazón. Deja que el Espíritu Santo te hable a través de este pasaje.
"'En verdad, veo que Dios no muestra ninguna parcialidad. Más bien, en toda nación quien le teme y actúa rectamente le es aceptable'". (Hechos 10:34-35)
Permítete sentarte un rato con estas preguntas, atento a cómo el Señor habla en tu corazón.
Dios no elige favoritos según el país o la cultura. Nos invita a todos a relacionarnos con Él, compartiendo su amor con todas las personas. ¿Cómo te invita Jesús a dejar atrás los prejuicios y las tendencias a juzgar a los demás que hay en tu corazón durante este tiempo de Pascua? Reflexiona en tu corazón sobre cómo adorar a Dios con todo tu ser puede ayudarte a amar a los demás incondicionalmente.
Lee despacio, 3-4 veces. Deja que estas palabras inunden tu mente y tu corazón. Deja que el Espíritu Santo te hable a través de esta meditación.
"Jesús dijo a sus discípulos: Como el Padre me ama, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.'" (Juan 15:9-10)
¿Cómo puede transformarse mi amor para que se parezca más al amor de Cristo? ¿De qué viejas heridas y tendencias pecaminosas me está llamando el Señor a despojarme para que pueda amar y obedecer su voluntad en todo momento y a toda costa?
Permanece en silencio con el Señor. Deja que hable en el silencio, en tu corazón. Acoge su presencia. Si te ayuda, escribe lo que sientes que el Señor te comunica durante este tiempo de oración.
Concédenos, Dios todopoderoso, que celebremos con sincera devoción estos días de alegría, que guardamos en honor del Señor resucitado, y que lo que revivimos en el recuerdo lo mantengamos siempre en lo que hacemos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén. (Colecta, VI Domingo de Pascua)
En cada Misa, Jesús se ofrece al Padre por nosotros. Siempre podemos unir nuestras propias ofrendas a las de Jesús en la Misa. Este domingo, ofrece tu deseo de amar como Dios ama, sin prejuicios ni preferencias.
Dedica un momento de la próxima semana a elegir concretamente perdonar a alguien que te haya hecho daño en el pasado, y procura caminar con mayor libertad de corazón para poder amar como Dios ama. Escribe una carta expresando tu perdón y ofrécela a Dios y, si puedes, a la otra persona.
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