La misa paso a paso

Haced esto en memoria mía, Parte 12: Recogida

Una oración en cuatro partes

"Recemos..." Después del Gloriael sacerdote canta o dice esta invitación a orar. Como describe la Instrucción General del Misal Romano, "A continuación, el sacerdote invita al pueblo a orar y todos, junto con el sacerdote, guardan un breve silencio para tomar conciencia de estar en la presencia de Dios y recordar sus intenciones. A continuación, el sacerdote pronuncia la oración que suele llamarse "colecta" y a través de la cual se expresa el carácter de la celebración"(IGMR, n. 54). Charles Belmonte señala que "se llama Colecta porque resume y reúne todas las intenciones del sacrificio del día"(Comprender la Misa, p. 65).

La Colecta en el Misal Romano

Según Belmonte, la Colecta tiene una estructura estándar de cuatro partes: una invocación a Dios, los motivos en los que basamos nuestra confianza (o una referencia a la fiesta del día), una petición y una conclusión (ver p. 66). Por ejemplo, vemos estas cuatro partes en esta Colecta del Sexto Domingo del Tiempo Ordinario: "Oh Dios [invocación], que nos enseñas que tú habitas en los corazones justos y verdaderos [fundamento de la confianza], concédenos ser modelados por tu gracia de tal manera que lleguemos a ser una morada agradable a ti [petición]. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos [conclusión]".

Rezar juntos

Durante la Colecta y otras oraciones de la Misa, el sacerdote extiende las manos y los brazos hacia fuera en lo que se denomina posición "orans", que significa posición de oración. Esta posición fue utilizada por nuestros antepasados judíos y adaptada a la oración cristiana. Con una nota histórica del primitivo escritor cristiano Tertuliano, Belmonte observa que los cristianos ajustaron la forma de sostener las manos "para que se parecieran a las del Señor en la cruz" (p. 65). Durante la misa, el sacerdote utiliza este gesto para indicar que estamos rezando todos juntos; está recogiendo todas nuestras oraciones y ofreciéndolas al Padre.

Jesucristo en la Cruz

Al final de esta oración, el pueblo responde diciendo: "Amén". Como nos enseña el P. Guy Oury, esta palabra hebrea significa "así sea, sin duda". Continúa: "El Amén es el sello de aprobación del pueblo a lo que se acaba de decir en su nombre. Es un Sí al sacerdote por haber pronunciado la oración"(La Misa, p. 57). El significado y la función de esta sencilla respuesta invitan a la congregación a responder audazmente con un confiado "Amén" en afirmación de esta oración en su nombre.

Preparación para la oración

¿Cómo rezar la oración colecta? ¿Parece que la oración colecta transcurre tan deprisa que te pierdes las palabras? Ese breve momento de silencio antes de la oración es importante para que cada persona pueda ofrecer intenciones personales que se unan a lo que el sacerdote está a punto de rezar. Es un buen momento para compartir interiormente cualquier oración específica que queramos ofrecer junto con las oraciones orales de la Misa. También es una oportunidad para prepararnos a escuchar atentamente las palabras de la Colecta como una visión general o resumen de los principales énfasis de las oraciones para esa Misa en particular. Tal vez podríamos verla como una invitación a que Jesús nos enseñe en la Misa. Nos beneficiaría mucho leer las palabras de la Colecta antes de la Misa. Si nunca lo has hecho, te invito a que leas las palabras un par de veces y le pidas al Señor que prepare tu mente y tu corazón para lo que está por venir. Esta mentalidad también nos prepara para escuchar la Liturgia de la Palabra, la palabra de Dios dirigida a su pueblo.

Para reflexionar

1. Como sugiere el Padre Lucas, tómate un tiempo antes de la Misa, ya sea en casa o en la iglesia, para rezar con la oración colecta de esa liturgia. Puedes encontrar las Colectas en misales, misaletas o en Internet.

2. Reflexiona sobre el Salmo 33, que nos dice que Dios "examina a todos los que habitan en la tierra" (v. 14). Considera que Dios recibe todas las oraciones que elevamos durante el momento de silencio que pertenece a la Colecta. El Salmo afirma además: "El que formó sus corazones / es el que conoce todas sus obras" (Sal 33,15). Deja que la Colecta "moldee" y dé forma a tu corazón escuchando atentamente las palabras que proclama el celebrante.